¿Cuándo nos van a pedir una traducción oficial de un poder notarial?
Un poder notarial confiere a una persona el derecho a actuar en nombre y representación de otra en aspectos de materia legal, comercial y/o financiera. Generalmente, se utiliza porque el poderdante (el representado) no puede estar presente en el momento y lugar en el que se va a llevar a cabo el acto en cuestión.
Hay varios tipos de poderes notariales. El general es el más amplio, y habilita al representante para poder hacer todo tipo de actuaciones sobre el patrimonio de una persona. Por ejemplo, firmar la compraventa de una casa en su nombre.
Existe también el poder general para pleitos, que faculta al procurador para poder hacer los trámites legales necesarios en un procedimiento judicial, como presentar una demanda. Otra versión es el poder para administrar bienes, que habilita al representante para gestionar el patrimonio del poderdante.
Hay, además, poderes notariales especiales para actos jurídicos concretos en los que se puede actuar a través de un representante.
En cualquier caso, el poder notarial identifica claramente al representante y al representado, confirma la voluntad del poderdante de habilitar a una persona para que le represente, determina el alcance del poder y la vigencia del mismo.
Este tipo de poderes existen en prácticamente todos los países, así que las autoridades extranjeras suelen admitir su uso, siempre y cuando el documento original vaya acompañado de su correspondiente traducción jurada si procede de un país extranjero y está redactado en otra lengua.
La traducción jurada de un poder notarial puede ser necesaria, por ejemplo, para autorizar la firma de la compraventa de un inmueble situado en el extranjero, si el vendedor no se puede desplazar hasta allí, o para que el abogado y el procurador de un litigante puedan defenderle en los tribunales de otro Estado.
>>> Solicite presupuesto gratuito y sin compromiso.
¿Cómo se consiguen las traducciones juradas de los poderes notariales?
Primero hay que hacer un poder notarial legalmente válido, y luego hay que presentar ese documento ante el traductor jurado. Porque ninguna autoridad va a aceptar un documento de este tipo traducido por el propio interesado por un traductor no acreditado.
Un poder notarial es un documento complejo que tiene muchos términos jurídicos y respecto al que es imprescindible que la traducción sea totalmente fiel al original, ya que cualquier pequeño cambio podría alterar las facultades de representación y tener consecuencias graves para el representado.
Por eso, el traductor oficial no solo debe conocer bien las lenguas de origen y destino, sino que debe estar al tanto de los conceptos jurídicos que se suelen utilizar en este tipo de poderes, ya que solo así podrá realizar un trabajo de calidad.
Si necesita servicios de traducción profesionales, en LinguaVox contamos con una red de 18 oficinas y colaboramos con traductores jurados en toda España que traducen a los 39 idiomas en los que el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación ha habilitado traductores.
>>> Solicite nuestras tarifas de traducción jurada de documentos notariales.